Navidad!

   Y el tiempo pasa... Y el reloj no para... Y casi sin darnos ni cuenta estamos en Navidad...
   Si algo echaré de menos cuando me vaya serán las Navidades al sol. Sé que a mucha gente le parece que unas navidades que no son blancas no son navidades. Y también sé que en este mismo blog me he quejado una y otra vez de lo que echo de menos la falta de estaciones. Pero si hay algo que me gusta es salir a la calle el dia de Reyes, con un solete enorme y reluciente y ver a los niños jugando con sus nuevos juguetes en la arena del Zapillo.
   Tengo el deseo de que estas sean mis últimas navidades completas en Almería. Y tengo la sensación de que este año se cumplirán mis deseos... Tengo el deseo de echar de menos la Navidad al sol.
   Feliz Navidad!!!

Otoño...

   Y casi ya rozando el invierno os vengo a contar lo bonito que es el otoño!! Pero más vale tarde que nunca, no?

   Una de las pocas cosas que echo de menos cuando estoy en Almería es el cambio de estaciones. Es genial  cambiar la primavera de 6 meses al verano de 6 meses. Que no voy yo a decir que no haga frío en Almería, cuando sopla la rasca, sopla. Pero en general esos meses que los demás pasan entre nevadas y heladas, nosotros, en la capital, lo pasamos con una rebequita durante el día y un chaquetoncillo por la noche, es decir, en primavera.
   Suelo echar de menos los colores anaranjados de los árboles, las hojas secas, las primeras nevadas, las castañas... Esas cosas que el otoño en el norte nos da.
   Pero este año he tenido suerte. He pasado una semana en el norte, en el País Vasco. Me cuesta creer que haya un sitio más bonito para disfrutar en otoño y me cuesta creer que haya una época donde esa tierra esté más bonita. Se me han llenado los ojos de tonos marrones, de ovejas, de setas, de nubes y todo esto sin perder el olor a mar.
   Ojalá fueramos como los pájaros que disfrutan cada estación donde más les llena. Sin duda, yo disfrutaría el Otoño en Gipuzkoa.