martes, 3 de septiembre de 2013

O

   Suena un timbre seco, molesto, por la mañana. Abrimos los ojos ante una pantalla rectangular y vidriosa. Nuestro movil nos da los buenos días. Atrás quedó ese antiguo despertador redondo, atrás quedó incluso esos despertadores digitales, de numeros verdes que nos despertaban con la radio. Comenzamos el día mirando el movil, comprobando esos mensajes que nos han llegado por la noche, si nuestra foto tiene algún "me gusta" más en facebook o si alguien ha retuiteado alguna de nuestras ocurrentes ideas que compartimos con todos. Y es que desde por la mañana somos mucho más sociales!! No cabe duda!!
   Ya no nos acompaña el olor a tinta y el sonido del papel junto con las tostadas, para eso tenemos un smartphone donde podemos leer todos los periodicos en un plis. Las noticias nos vienen enmarcadas de nuevo en el rectángulo vidrioso.
   Nos subimos a esos tacones que hacen nuestros cuerpos más estilizados, menos curvos. Maquillamos nuestro rostro, volviendo nuestros pómulos angulosos y planchamos el pelo para que no tenga ni un rizo ni una onda...
   Ya en la calle. Hemos olvidado nuestras monedas, no pasa nada, las targetas rectángulares pasean en nuestro bolso, eso no se nos olvida. Pagamos con plástico, cada vez nuestras redondas monedas nos parecen menos valiosas.
    Hay que matar el tiempo, leemos en nuestro ebook. Cientos de libros en un dispositivo de 9 pulgadas, más información de lo que necesitamos, pero menos de las que deseamos. 
    8 horas frente al ordenador, donde tenemos nuestro trabajo y nuestra vida. Nos sentimos más relacionados, más sociales que nunca, a ese amigo al que no hemos visto desde los quince años lo tenemos encuadrado en su foto de perfil de facebook, a su vez encuadrado en nuestra pantalla, a su vez en nuestra encuadrada vida, pero lejos de la redondez de una caña, una taza de cafe o incluso un balón, como antaño.
   Terminada nuestra jornada, salimos del impersonal cuadrado que forman las paredes de nuestra oficina y nos vamos al gimnasio, a correr en la rectángular cinta, a nadar en la rectángular piscina, a pedalear en la rectángular sala. Y a casa, a descansar frente a la pantalla de nuestro televisor, quizás para ver un balon el rectángular campo de futbol, tapaditos con nuestra manta...
   
   
  Estamos enmarcados. Nuestra vida transcurre entre pantallas, cuadriculados en rectángulos. Cubículos vacíos donde nos sentimos seguros. Pero los sueños son redondos... Las ilusiones vuelan y no en línea recta, los sueños hacen curvas, van vuelven caprichosas como las hojas que el otoño captura en una brisa. El sol es redondo, la luna es redonda, esas nubes que nos traen la lluvia tambien son redondas, pero ya no las vemos, vemos en nuestro iphone el tiempo que hace sin molestarnos en asomar la cabeza por esa ventana cuadrada que nos separa del cielo. Lo más redondo que vemos cada el día son las OO de Google. Vemos una manzana mordida pero no nos acordamos de lo que es morder una manzana verde. Las curvas nos molestan, las carreteras han de ser rectas, las personas no pueden tener redondeces, las letras ya no estan escritas a mano. Pero mundo es redondo y se nos olvida!!


La Alcazaba

Alcazaba de Almería