domingo, 20 de noviembre de 2016

100 Metros. (Contiene spoiler)

Sin duda, necesitaba ver esta película en este momento. 
No es una película perfecta, es una película de bajo presupuesto, con algún fallo de montaje y en algún momento un poco empalagosilla. Pero sabes qué? Nadie es perfecto! No, tú tampoco lo eres! Yo no lo soy!
Lo que aporta de una cosa/persona/película/canción no es su perfección si no como te hace sentir y lo que está claro es que esta película te hace sentir genial. Con superpoderes! 
No hago ningún spoiler si cuento que esta película está basada en la vida de Ramón Arroyo que podeis ver en este pequeño reportaje: 


Como digo, está basado en esto, pero no es un biopic.  

Ramón lo dice muy bien, él tiene esclerosis múltiple, pero cada uno de nosotros tenemos nuestro propio handicap, nuestra propia limitación, algo que para cada uno de nosotros es importante (aunque puede que para los demás sea minúsculo) y nos puede paralizar. 
Y cada uno de nosotros tenemos nuestros "100 metros". 

Esta película enseña, motiva. Da fuerza. Pone en valor cada esfuerzo, el que los demás no entienden pero que para uno es un mundo. Nos hace sentir que somos fuertes y capaces, sea cual sea nuestro reto. 

Yo necesitaba en este momento que me lo recordaran. Necesitaba sentirme capaz y con fuerza de recorrer mis 100 metros por muy difíciles que me supongan, con mis caidas, con mis debilidades y con mis fortalezas y con mis superaciones. Las mías, las que son especiales porque las tengo yo, que los demás no entiende, la mayoría de las veces porque yo tampoco las comparto ni las explico y en otras ocasiones porque son tan personales que no son fáciles de entender. Mis propios monstruos. Puedo, 

Podemos hacer lo que deseemos y podemos ser lo que deseemos. Podemos ser nuestros propios héroes. Y ese es el gran valor que le doy a esta película, no solo te enseña la gesta de Ramón (grande! inmenso!) si no que transmite que dentro de cada uno de nosotros hay un Ramón esperando a que le escuchemos, le dejemos actuar  y no le frenemos con nuestros propios miedos.